Estos últimos días he estado leyendo con interés sobre la fermentación y cómo representa el verdadero comienzo de la sociedad y la cultura que une a esta sociedad. De hecho, la fermentación ha estado en mi mente durante mucho tiempo y poco a poco me estoy armando de valor para descubrirla poco a poco. Siendo un perfeccionista de corazón (más sobre esto más adelante), encuentro que siempre abordo cuidadosamente los nuevos pasos e historias. No me permito hacer nada con prisas. Mi excusa: así es como estoy hecho . Lo interesante de esto es que como resultado atraigo a personas que prefieren actuar en éxtasis. Y estas personas representan mi sexo opuesto. Mi contrapeso. Mi alma gemela en un sistema estelar binario.
Debemos darnos cuenta de que nunca caminamos solos por el mundo. Como tal, nuestra energía no está definida por una sola cosa: la energía de nuestra alma, de nuestro ser, sino que es un conglomerado de miles de millones de seres vivos que forman parte de nosotros. No me refiero a lo metafísico, sino a lo extremadamente tangible: bacterias y levaduras. Su funcionamiento, su energía y salud no sólo definen nuestra salud sino que literalmente ES nuestra salud. Afecta a toda la fisiología del cuerpo que podamos imaginar y si hago énfasis con un pensamiento más, afectan directamente nuestro estado mental. No sorprende entonces que con el auge del mundo industrial, los alimentos procesados, el valor nutricional reducido de todo lo que ingerimos Y la obsesión por matar todos los microorganismos mediante el uso excesivo de antimicrobianos, haya llevado a la sociedad "desarrollada" a empobrecer nuestra microbiota y, por tanto, nuestra salud, piensa, nuestra energía y compromiso con la sociedad que estamos construyendo a través de una cultura compartida.
No sé si esto es causa o consecuencia del individualismo, del gran empobrecimiento del aire, del suelo, del agua y de la biosfera. Pero parecen alimentarse mutuamente indefinidamente, y poco a poco va quedando claro que mañana no nos despertaremos de nuestra inquieta siesta vespertina. El mundo se está volviendo triste y todo contribuye a esta gran tristeza colectiva porque, al fin y al cabo, todo está interconectado. La cultura de miles de años está siendo borrada bajo el pretexto de la evolución moderna del hombre moderno, y con ella todas las historias, descubiertas y por descubrir.
Hace poco me pusieron frente a un espejo. Una de las pocas victorias que me atribuí hace bastantes años, la descubrí como uno de los mayores engaños que logré reenvasar y venderme como una mentira. Desde que tengo uso de razón, estamos hablando de la escuela primaria, he vivido como un perfeccionista. A la luz de un descubrimiento reciente, definiré a este perfeccionista como un perfeccionista de acción. Todo lo que hice tenía que ser del más alto nivel, de lo contrario no valía la pena mencionarlo, atención. Muchas veces ni siquiera recibía una conclusión, porque prefería empezar desde el principio si me daba cuenta de que no iba por la curva correcta que lleva a la perfección. Pero si tienes tiempo, por supuesto puedes practicar este comportamiento. El problema surge más tarde, cuando no tienes ese tiempo disponible, o tu capacidad cerebral está llena de otras cosas. Digamos que de alguna manera me obligó a dejar de ser perfeccionista en mis acciones, porque de lo contrario significaría que tendría que renunciar activamente al objetivo final y a un valor fuerte que aprecio: la educación. Durante bastante tiempo viví en alas de la conciencia de que había logrado un cambio positivo en mi vida, de que podía actuar sin perfeccionismo. Y fue más fácil porque dedicas 4 veces más tiempo para hacerlo perfecto, y si lo haces perfecto, probablemente sea solo un 1/4 de producto mejorado que de otra manera.
..pasa el tiempo 5 años después y después de una conversación nos damos cuenta de que tal vez no soy un perfeccionista de acciones, pero que mi identidad de alguna manera sigue siendo la de un perfeccionista. ¿Cuántas veces me elogio? ¿Estoy orgulloso de algo que he hecho o logrado? Mi respuesta es raramente, porque también es raro que suceda algo realmente bueno y especial. Cuando te ríes como loco y estás increíblemente orgulloso bajo la influencia de las hormonas. El resto del tiempo, buenos intentos. Así que todavía espero lo mejor de mí mismo y valoro las cosas/acontecimientos/hitos de mi vida de acuerdo con este sistema de valoración imposible. Esto conduce a una falta de confianza en uno mismo, una menor apreciación de las propias habilidades y una sensación de estar perdido en la vida porque todo lo que haces y piensas simplemente parece... meh. Un poco obvio. Y lo que es más, porque al mismo tiempo no sabes cómo hacer nada, realmente no descansar, esto conduce a una activación excesiva del sistema y al agotamiento. Como persona así, estás perdido, te sientes solo y también lo propagas.
Pero todavía me gustaría terminar como comencé. Nunca estamos solos: nos acompañan las bacterias, las levaduras y el resto de la biosfera del mundo. Estamos aquí para aprender y escuchar. ¡Vamos a oírlo! Está bien estar seguro de que tienes razón, pero también está bien permitir que alguien bloquee nuestro sistema de vez en cuando para que se recargue y funcione de manera más eficiente. El arte está en equilibrio y la sabiduría está en equilibrio colectivo, en ese velo entre extremos que nos acompaña en todas partes de la vida. Y si sólo recuerdas una cosa de este disco es esto: nunca dejes de buscar el velo del equilibrio. Comida, relaciones, placeres, acciones, sentimientos y emociones: busque los extremos y busque el equilibrio. Búscate a ti mismo y busca a tu prójimo.
Este último descubrimiento me sacó de mi zona de confort, pero estoy agradecido por ello, porque me da la esperanza de un mañana mejor, cuando estaré orgulloso de mí mismo y me lo haré saber fácilmente.
davor
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